Fin de semana agitado

Estuvo variadito el último fin de semana. Finalmente nada grave, gracias a Dios, pero si me preguntan, prefiero algo más de calma.
Arrancamos con un viernes con bastantes actividades programadas para la tarde, trámites, papeles, compromisos. Un poco movidito, pero bien. Llegué de vuelta a casa a la tardecita, para caer en la cuenta que mi marido, que tenía que viajar, ya había salido y cerrado la casa...con una llave que a mí se me había roto, y me había olvidado de reemplazar. Los chicos sentados en el auto, y el ponerme a pensar qué era lo mejor, si hacer volver a mi marido, que ya estaba lejos, llamar a un cerrajero, o romper una cerradura. La opción irme por esa noche a la casa de mis papás, que hubiera sido muy sencilla, era imposible, porque toda la medicación de Salvi (anticonvulsivo) estaba encerrada en la casa. Conclusión: después de un rato de preocupación y nervios, un vecino amigo me ayudó y con algo de suerte y daño mínimo pudimos entrar.
Cenamos temprano y nos fuimos a acostar como de costumbre y en la madrugada, Salvi empezó a ponerse cada vez más y más molesto. Unos quejidos, mucho revolverse en la cama, las piernas en flexión constante, me hicieron pensar en dolor de estómago fuerte. Le dí ibuprofeno, pero la molestia seguía en aumento, igual que mi preocupación. Nunca he visto un ataque de apendicitis, lo único que sé es que no hay que demorarse en la atención, así que cuando después de 40 minutos de llorar y llorar, decidí que había que hacerlo ver.
Agus ya se había despertado con el llanto del hermano, así que le expliqué la situación y le dije que nos íbamos al hospital. Un santo este hermano mayor, como siempre. Se vistió, me ayudó a prepararnos, a abrigarnos (hacían 3°C) y a salir. La médica de guardia hizo un par de preguntas, lo revisó superficialmente y pidió una radiografía de abdomen, la cual mostró materia fecal y gases. Ahí me acordé que cuando aumentamos la dosis de anticonvulsivo, siempre se manifiesta estreñimiento, y caí en la cuenta que hacía por lo menos 3 días que Salvi no "iba al baño". Hace unos días que habíamos aumentado la dosis, luego de la visita al neurólogo, y acá están las consecuencias.
Me tranquilizó bastante ver la radiografía, no tanto la actitud de la médica que se limitó a informarme los resultados de los rayos y quedarse parada.
-Bueno, entonces, qué hacemos?- le digo.
-Bueno- dice- hay que movilizarle las piernas, para que elimine los gases.
-De acuerdo. Y dieta con más fibras.
-Si, claro- y se queda callada.
(Estará esperando que yo siga aportando ideas???) En fin, yo ya sé qué hacer.
-Señora, llevese la radiografía, porque si sigue así, va a tener que ir al cirujano, llevele esta, así no lo tienen que irradiar de nuevo.
(Si, claro, no pienso llegar al punto de tener que ir al cirujano, quedate tranquila).
Conclusión: nos fuimos a casa, Salvi ya bastante calmado, en algún momento el ibuprofeno le ha hecho efecto. Apenas llegamos ya le empecé a dar agua de avena. Y al otro día, reforzamos su dieta normal, que ya incluye muchas fibras: compota, semillas de lino, leche de avena, salvado, frutas, etc.
Y muchos ejercicios, la clásica "bicicleta" que se le hace a los bebés, y muchos de nuestros ejercicios de rehabilitación: en el abdomen, y en la espalda, con él boca abajo.
Justamente haciendo ese ejercicio, a última hora de la tarde del sábado, tuvimos el premio de tanto esfuerzo, con la normalización del tránsito.
Suerte que no nos habíamos preocupado tanto, y a la siesta nos escapamos todos al cine. Quizá tanta risa también aportó su valor benéfico :)

Comentarios

  1. ¿Sabes Ale? No sos la primera que sale corriendo a emergencias por algo asi. Nosotros nos fuimos a las 3 am una vez con mi enana porque se quejaba de dolores de estómago y creímos también que era apendicitis. Cuando llegamos el pediatra nos dijo que no, no presentaba síntomas de apendicitis, y (al igual que te pasó) recordé que no había hecho en tres días... asi que regresamos a la casa con un frasco de un ayudante digestivo y si eso no funcionaba, como última opción, el supositorio de glicerina (esto funcionó rápidamente).
    Y eso si, mayor cantidad de alimentos que ayuden a su estomaguito: avena, frutas, pasas. :)

    Un abrazo y que bueno que estén bien!

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  2. Es verdad!! en general él come muchas frutas, cereales, etc. y los ejercicios ayudan mucho. Pero no se puede estar en todo!! Se me olvidó estar atenta con el aumento de la dosis.
    Gracias a Dios, desde ese momento viene haciendo todos los dìas :)
    Gracias por comentar Lissette, qué bueno saber que siempre estás por aquí!!
    Ale

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