Lo bueno, lo malo, lo feo


Lo malo: Hace algo más de un mes, cuando fui a comprar la medicación básica de Salvador (anticonvulsivo) hice el trámite normal: pido las recetas a la obra social; que se hace cargo del total del importe, por su discapacidad, y pido la medicación a la farmacia de siempre. Me informan que no tienen el remedio, y tampoco lo pueden conseguir porque las droguerías con las que trabajan, tampoco lo tienen. Hago una consulta rápida telefónica a las farmacias más grandes, las que siempre tienen todo, y todas me repiten el mismo versito: "está en falta en las droguerías". 
Mientras se me empieza a apretujar el estómago, hago un comentario de alerta mezclada con bronca a mis amigos virtuales, y se activa la catarata de solidaridad. Así aparece un frasco en Maipú, en una farmacia donde trabaja una amiga querida. Otro me consigue mi hermano, en Córdoba. Más tarde otra amiga, una compañera de trabajo, con una frescura envidiable, compra uno más en una farmacia de barrio, sin presentar receta (!) 
Esto es lo bueno: a los que tanto critican a las redes sociales, pueden servir, y mucho. Y mis amigos y familia son lo más. Todos super atentos y solidarios, un gracias ENORME!!
Me paso una tarde llamando por teléfono a cuanta farmacia aparece en la guía, y así encuentro algo más.
Finalmente, más tranquila por tener ya espaldas suficientes para afrontar un mes de tratamiento, me comunico con el laboratorio, quienes me informan que efectivamente han tenido un problema de distribuición, y que no saben en qué momento la situación se va a normalizar. 
Perdón????
Estamos hablando de un anticonvulsivo, partamos desde ahí. No es un cosmético, ni un accesorio. Es absolutamente complicado cambiar una medicación así. De qué me sirve que me enoje, si de todos modos no voy a solucionar nada. Si el laboratorio está especulando por algún motivo, es evidente que no les preocupan los pacientes/dependientes de sus productos. Si el problema se origina por alguna de las trabas que la administración impone a los productos importados (el remedio se hace en Francia), de qué sirve la protesta?? Es obvio y ampliamente demostrado que no hay racionalidad en estas trabas, que hay mucho más de corrupción y negociado que de seria protección de la producción nacional. 
Esto es lo feo. Hay algo más feo que la indiferencia por tu semejante? Sé fehacientemente de quienes han vivido situaciones similares con sillas de ruedas para sus hijos, o medicación oncológica. No nos puede pasar esto, no debe ser. No hay necesidad de que un padre sufra angustiosamente por no poder obtener el elemento que mejora la calidad de vida, que sana, que conforta. Al que le quepa el poncho, que se lo ponga
Ya pasó más de un mes. Cuando empezó febrero, la situación se repitió. Toda una tarde llamando por teléfono, más de 30 llamados, y dos horas después, conseguí medicación para un mes más. Y la nueva consulta al laboratorio, en donde me informan que la situación ahora sí está en camino de normalizarse. 
Espero que así sea, no puedo creer que a todos los inconvenientes y preocupaciones normales, tengamos que agregar la angustia de no saber hasta cuándo tendremos tratamiento. 



¿Quién diría que esta imagen puede ser la ilustración de la tranquilidad de una familia entera? No me hablen de lujos, ni de shopping ni salidas, estoy mucho más feliz si tengo esto en casa que si me hubieran regalado una cartera nueva.

Comentarios

  1. Cuenta conmigo si necesitas algo, por estos lados tal vez se puede conseguir!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Pili! si esto no mejora, el alerta será tan fuerte que cruce la cordillera :)
      Un abrazo grande, gracias por estar

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

En bancarrota

Salvavidas para necesidades especiales. Parte 2

Salvavidas para necesidades especiales. Parte I