Vacaciones

Y aquí está, el resumen de nuestras vacaciones, en imágenes. Estoy muy feliz de poderlas compartir con todos. Estábamos tan entusiasmados con estos días de descanso, nos hacían mucha, mucha falta. Yo sé que las vacaciones son un invento moderno, no creo que uno no pueda vivir si irse unos días lejos y gastar plata en algún lugar exótico, volver contando maravillas y mostrando fotos. Pero este año, realmente quería que nos fuéramos de casa, que vieramos otras cosas, comer distinto, levantarnos a cualquier hora. Muchos podrán pensar que esto es bastante frívolo, que hay muchos gastos por delante, deudas incluso. Pero si no viajábamos, por ejemplo, mi marido no paraba de trabajar. Yo puedo tomarme unos días sin trabajar, quedarme en casa y disfrutarlo, pero como él hace su trabajo en casa, es imposible que deje de hacerlo sin irse.
Todo fue excelente, el lugar, el clima, la gente, los amigos.

El viaje. A la mayoría de los que vivimos de este lado de la Cordillera nos encanta la playa, será porque la tenemos tan lejos. El Atlántico, a un mínimo de 1000 km, el Pacífico, mucho más cerca, pero claro, justamente hay que cruzar la Cordillera. La espera de horas en la aduana, en plena altura, es una clásica tortura para argentinos y chilenos todos los veranos y fines de semana largos. Nuestro temor era que Salvi se pudiera descomponer o algo por el estilo, pero tuvimos mucha suerte tanto de ida como de vuelta. Finalmente ya del lado chileno, apenas pudimos ver el mar, Agus empezó con la preguntita: Ya llegamos?, repetida mil veces hasta que finalmente llegamos a La Serena, varias horitas después.


El departamento. Hermoso. Perfecto. Pequeño, pero muy bonito. Nos sentimos a gusto al instante. Y lo mejor de todo, la vista bellísima. Dormirse y despertarse escuchando el sonido de las olas rompiendo, no tiene precio.



La playa. Apenas dejamos los bolsos corrimos al agua, deseperados. La mismísima playa frente al departamento era muy linda. Allí estuvimos algunos días, otros nos dedicamos a conocer otras: Peñuelas, Totoralillo, Guanaqueros. Al final, la favorita fue Totoralillo, que tiene una arena muy blanca y suave, aunque las olas pueden ser bastante fuertes. Descubrimos que Salvi empezó a disfrutar el contacto con la arena, jugó ratos larguísimos levantando puñaditos y se reía mucho cuando nos tiraba arena a nosotros y lo retábamos.


Otra evidencia de sus progresos: sentado solito en la arena, manteniendo el equilibrio por algunos minutos. Juntaba caracoles, los ponía y sacaba de un lado para otro.


Enseguida todos nos adaptamos a la buena vida. Después de 2 o 3 días, Salvi entendió que el mejor horario para hacer la siesta era apenas llegábamos a la playa. No importaba el ruido, lo protegíamos del viento y del sol, y allí descansaba, al despertar, merienda, y luego a jugar y disfrutar.


Los amigos. Buena parte del éxito del viaje, fue estar muy bien acompañados. Lamentablemente no pudimos vernos con ninguno de nuestros amigos chilenos, quedará para la próxima. Pero ya sabíamos que viajaban hacia la zona Ariel y Andrea, los padrinos de Salvador, con sus hijos. Lo que no sabíamos es que ademas iban algunas familias más, amigos de ellos, con los que enseguida formamos un grupo lindísimo, con chicos de las mismas edades, y empezamos a ponernos de acuerdo para ir a la playa formando verdaderos campamentos de 30 personas. Entretenimiento, charla y mate garantizados.



Cumpleaños de Salvi. Nosotros que pensábamos que podía llegar a ser un cumpleaños algo solitario, en un par de días organizamos almuerzo (paella, que hizo mi marido, con mariscos fresquitos) y pileteada para todo el grupo. No pudo estar mejor. Yo, la fanática de los festejos de cumpleaños super organizados, creo que voy a cambiar de opinión: más improvisado, mejor sale. Y el cumpleañero lo disfrutó a full, no paró de reirse en toda la tarde, comió muy bien, y al momento de soplar las velitas, metió la mano en la torta, ji, ji. (Pucha, la foto no salió).



Paseítos. No hubo muchos paseos turísticos. Nuestra necesidad básica era el mar. Fuera de eso sólo visitamos el centro de La Serena, el Fuerte de Coquimbo y la impresionante Cruz del Tercer Milenio. Visitas a centros comerciales, casi nulas. No hay caso, Salvi detesta estar encerrado haciendo compras, y Agus se pone insoportable, quiere comprar todo lo que ve.

Conclusión: mucho descanso, diversión, risas, alegría, sol, agua de mar. Las disfrutamos mucho, muchísimo. Y lo importante es que volvimos recargados, con muchas pilas, con ganas, con proyectos. Ojalá la carga de energía se nos haya acumulado en el cuerpo y nos dure todo el 2010.










Comentarios

  1. Que lindo viaje!!! me encantaron las fotos que rico que disfrutaron de la playa, comer rico y de amigos, Salvi y Agus se ven felices se nota que lo pasaron genial y de seguro todos repusieron pilas, hicieron un recorrido por las mejores playas de la IV región, definitivamente coincido contigo la mejor es totoralillo amo esa playa con sus arenas blancas, me encanta, me alegro muchísimo que disfrutaran a concho de sus vacaciones y felices de tenerlos de vuelta :)

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  2. Que lindo viaje, me encató la presentación de las fotos!.

    Yo siempre he dicho que para recargar las pilas no hay como irse de paseo, eso de salir de la rutina ayuda mucho!!!!

    Una abrazo

    Ana y Constanza

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  3. ale ,q ue alegria me dio verlos asi disfrutando que bendicion del señor reciben dia a dia , auqnue el camino es duro el siempre esta ahi para ayudarlos a tomar un descancito y compartir momentos unicos con seres inolvidables no ?
    soy muy feliz por ustedes y espero algun dia poder ir yo a visitarlos , , les dejo un besote , los amo , que dios los bendiga ,.

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  4. Creo que acaban de dar una excelente definición de qué deberían ser las vacaciones!!!!

    Fantásticas!!!! Muchas gracias por las fotos y que la energía dure mucho!!!!!!!!!!!!!!!

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  5. Ay!!! que lindas vacaciones, pero eso no tiene nada de frivolo!! es necesario cargar pilas, y que mejor que en las playas de La Serena, que a todo esto nosotros aun no conocemos...jiii

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  6. Cintia: te esperamos cuando quieras, vamos a estar felices de recibirte y de volver a vernos :)

    Pilar: al principio se me ocurrió que nos juntáramos todos en La Serena, pero después pareció un poco complicado, y al final...quedó pendiente para el próximo viaje :)

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  7. Qué lindo iaje que hicieron!!! Y no es para nada frívolo, a veces es necesario. Nosotros no cruzamos la cordillera, fuimos a Córdoba, y recargamos pilas para este año. Y nos hizo muy bien a todos!
    Muchos besos

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  8. Muy buena idea eso de juntarse..a ver si coincidimos por ahi!

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