Seguir adelante

Los últimos días he estado muy ausente, no he podido escribir. Para los que no están todos los días en persona conmigo, les cuento que esta semana que pasó falleció mi abuela. Para toda su familia sus últimos días nos fueron muy difíciles. Fue duro verla tan debilitada, ya sin fuerzas para luchar. Ninguno de nosotros deseaba que la tocaran más, que la pincharan y molestaran, sólo queríamos que estuviera finalmente en paz.
Ahora respiramos más tranquilos y ella debe estar entreteniendo a los ángeles con los cuentos maravillosos que nos contaba cuando sus nietos éramos chicos, o buscando algo para hacer, siempre laboriosa y activa. Quizá esté preparando sus legendarios pastelitos de dulce de membrillo, tejiendo o cosiendo, o mejor aún, disputando una maratónica partida de chin chón, con alguna de sus viejas amigas.
Viejita querida, te vamos a extrañar mucho, siempre serás un ejemplo para todos nosotros.
En estos días de corridas, de poco tiempo, he estado más que ocupada tratando de sacar mi rutina adelante, tratando de poder hacer todo igual, sin que falte nada, y sintiéndome culpable y frustrada si no pude con todo. Y aparece la reflexión de siempre, sobre el tremendo sacrificio de las madres, que nos creemos sin derecho a aflojar un segundo, sin derecho a enfermarnos, porque la casa se viene abajo, o a tomarnos un día porque sí, porque no damos más, porque las cosas se hacen igual, pero no de la forma que a nosotros nos gusta. Estoy tomando nota de cada cosa que hago en el día, minuto a minuto, porque estoy segura que en algo estoy fallando, que en algún lugar se me están escapando algunas horas que deberían rendirme mejor, y no es así. Espero poder encontrarle la vuelta, reorganizarme o ver de qué forma arreglar mejor nuestras rutinas para poder hacer todo. No pido demasiado, no me estoy buscando tiempo libre, pero sí no hacer todo a las apuradas, como un soldado. Son seis horas de trabajo fuera de casa, una hora de viaje entre ida y vuelta, tres horas de ABR, dos comidas, una merienda, baño de los niños y mío, y dormir seis horas, en algún hueco hay varias horas en que no sé que hago!!!!!
Aprovecho para mandarles un saludo muy cariñoso a todas las mamás (en Argentina hoy celebramos el día de la madre). Muchas de las mamás que la vida me llevó a conocer son madres especialísimas, que rehabilitan, curan, protegen y aman a sus hijos más allá de lo que todas las frases melosas que escuchamos estos días puedan explicar. Muchas de ellas además trabajan fuera de sus casas, crían varios niños, enseñan, estudian. Otras están muy solas, o tienen muy poco apoyo (yo gracias a Dios, tengo mucha contención...aunque siempre quiera más!!). A todas ellas: que tengan un día, y muchos días, muy hermosos!!!!
Prometo en la semana escribir un poco más sobre nosotros, porque la vida continúa y tenemos varias cosas para contarles.

Comentarios

  1. Amiga... Un abrazo bien apretado. Lamento mucho lo de tu abuelita.

    Descansa, detente, mira a tu alrededor. No todo tiene que ser perfecto, la perfeccion es enemiga de lo bueno. Disfruta un poquito más y no te exijas tanto.

    ResponderEliminar
  2. Ale lamento mucho lo de tu abuelita …te damos nuestros cariños a la distancia.

    Eres una gran Madre, todo lo que haces todos los días con tu familia es impagable, pero a veces es bueno parar a respirar y darte un tiempito para descansar no estaría mal, cuídate mucho un beso

    ResponderEliminar
  3. Ale, lo siento muchisimo, te dejo un abrazo inmenso.
    Coincido con Sonia, me pasa lo mismo quue a vos, pero es bueno frenar y disfrutar; un tiempito diario de mimo para los chicos y para vos, sin preocupaciones y sin reloj de por medio, ellos y vos te lo van a agradecer. Este es un camino largo, no una carrera contra reloj. Ojala puedas sentirte bien Un beso. Romina Mennella.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

En bancarrota

Salvavidas para necesidades especiales. Parte 2

Salvavidas para necesidades especiales. Parte I