Vacaciones productivas

Y si, ya falta poquito para el lunes. Temprano volveremos cada uno a su trabajo, Agus a la escuela y Salvi al jardín.


Y disfrutamos mucho estas vacaciones. No hubo ningún viaje extraordinario, ni grandes eventos. Pero descansamos y la pasamos muy lindo. Casi todas las cosas que planeaba hacer las hice.


Este es una especie de balance:



  • No nos levantamos temprano nunca (bueno casi nunca). Dejábamos que el tiempo fluyera, sin horarios para comidas, más que el hambre, o para acostarnos, más que el sueño.

  • El único día que madrugué fue para llevar a Salvador a sacarle sangre (¡madre cruel!), pero realmente creo que la dosificación de la medicación en sangre ya no podía esperar más. Toda la primer semana esperé, porque hacía tanto frío que no me animaba a sacarlo de casa tan temprano.

  • ¡Ordené ropa de los placares! Cómo me aburre esto, pero ya lo hice y pude sacar varias bolsas de ropa que ya no se usa, y ojalá le sirvan a alguien más.

  • Tuvimos mucha suerte con el clima, nevó en la ciudad, en plenas vacaciones!!!! Pudimos disfrutar de jugar con nieve en el mismísmo patio de la casa, en la plaza, ver todo lo cotidiano transformado. Eso que no sucede muy seguido por aquí, esta vez duró nevó por más de un día entero, y aún hoy, más de una semana después, en los lugares más sombríos todavía se conservan manchones blancos.

  • Hicimos unas cuantas horas de ABR, varios días llegamos a las 3 horas con mucha tranquilidad, con facilidad y felicidad. Y los días que no fue así, fue porque estábamos haciendo algo más divertido.

  • Comimos muy bien, intentando todos los días comer sano, variado y sin apuro. Valga por todas las comidas a las corridas del resto del año.

  • El entretenimiento de Agustín era una pequeña preocupación, como cada año en vacaciones. Por aquí, como en muchos lados, la diversión para los niños se convierte en pura presión comercial, y el bombardeo de ofertas de cine, títeres, espectáculos se hace insoportable (al menos para mí, que esas cosas marketineras me rebelan). La primer semana se pasó entre juntarse con algún amigo a jugar en casa, o en la casa de otros, siempre de acuerdo a lo que se le ocurría en el día, sin compromiso. También la nieve fue de ayuda, jugó a más no poder, y he tenido nieve hasta adentro de la casa, para hacer unos iglús hermosos. Hubo tiempo para el cine, eso sí, porque lo llevó su tía, no creo que yo tolerara tanta cola, tanto niño. La segunda semana nos cayó un curso del cielo. (Gracias Ale por el dato!) Al principio pensé que era demasiada sobrecarga para ser vacaciones, pero le gustó tanto que terminó asistiendo todos los días y absolutamente feliz. Cuando los profesores terminen de subir todas las fotos las voy a colocar aquí, me ha fascinado verlo tan entretenido, siempre enganchado. Señal que cuando algo es interesante no hay aburrimiento posible. En este enlace pueden ver lo divertido que han sido las actividades del taller.

En fin, el balance es positivo. Las pilas están re cargadas, ahora a enfrentar lo que queda del año.

Buena segunda mitad para todos!!!!

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